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No así mi casa para con Dios:

Sin embargo él ha hecho conmigo pacto perpetuo,

Ordenado en todas las cosas, y será guardado;

Bien que toda esta mi salud, y todo mi deseo

No lo haga él florecer todavía.

Mas los de Belial serán todos ellos como espinas arrancadas,

Las cuales nadie toma con la mano;

Sino que el que quiere tocar en ellas,

Ármase de hierro y de asta de lanza,

Y son quemadas en su lugar.

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